La vida del estudiante universitario no es sencilla: debes despertarte temprano, verle la cara a tu profesor de física a diario (que bien podría pasar por villano de "Los Avengers"), esconder tu acordeón en la lengua de tus tenis, entre un largo etcétera; no obstante un problema común (y una de las principales causas de deserción escolar) es el déficit de recursos financieros para continuar con sus estudios.

Y este asunto empeora si eres foráneo, tienes hijos, estudias en una escuela privada o tienes una adicción patológica por las "hamburguesas con doble carne y tocino extra" (ahh, qué buenos tiempos). Gracias a las experiencias de compañeros y conocidos que atravesaron por estas circunstancias (y lograron sobrellevarlas de forma excelente) les compartimos los siguientes consejos:

1.- Identifica tus fuentes de ingresos

Tu tarea incial será identificar todas las fuentes que aportan activos a tu bosillo de forma constante y predescible (no consideres aquellas que pueden o no llegar, como las becas del gobierno de Michoacán). 

Si eres jóven y tus padres son de corazón noble (y no les has sacado canas verdes, claro está) lo más probable es que tus estudios sean financiados por ellos, así que anota el monto promedio mensual de sus aportaciones y sé agradecido poniéndote un suéter siempre antes de salir (aunque estemos a 45 grados celsius). Si piensas trabajar y estudiar al mismo tiempo pero no tienes un salario fijo (eres vendedor o te pagan por comisión), súmale tu ganancia promedio al mes en una temporada regular (y así sucesivamente con todas tus fuentes constantes). 

Anota ese total y será considerado como tu línea base

2.- Elaborar un presupuesto

Ahora es momento de identificar todos tus posibles gastos. Si apenas vas a ingresar a la universidad es más complicado que realices una estimación muy exacta de los mismos, pero una vez allí date a la tarea de anotar e identificar cada uno de ellos; en donde es útil categorizar los mismos por rubro. Los más comúnes son:

  • Hospedaje (lo que pagas de renta y/o servicios)
  • Transporte (lo que gastas en transporte público, o en gasolina si usas tu auto... señor de la nobleza)
  • Alimentos (todo cuenta: desayuno, comida, cena)
  • Material (libros, papelería, etcétera; si eres tan torpe como yo, muchos tubos de ensayo van aquí)
  • Colegiatura (inscripción, pagos de trámites, etcétera)
  • Recreación (salidas con los amigos, gimnasio, "guantes de Thános")
  • Vestimenta (ropa y zapatos; si eres flojo como yo, comprar calcetines cada vez que se te ensucian)

Si existen gastos que no se presentan de manera equitativa en los distintos meses (como por ejemplo, el pago de inscripción) toma el monto total y distribúyelo en los meses que transcurren antes del próximo pago. De esta forma, si en "Enero" pagaste $3,000 por el semestre, sólo debes anotar $500 en los próximos séis meses.

Elabora una tabla de excel y realiza una sumatoria del total por cada rubro y finalmente, determina el porcentaje que dedicas a cada uno de ellos del total de tus gastos. De esta manera, tendrás una referencia más precisa de cuánto puedes gastar al mes en cada categoría (y cuando existe un foco rojo de que estás gastando más de lo habitual). 

Ten bien en claro que el total de tus gastos no debería bajo ninguna circunstancia sobrepasar lo que has estimado de tu total de ingresos mensual (si esto es así, deberás aumentar tus fuentes de ingresos. Si sabes cocinar "Morisqueta", contáctame). De hecho, lo ideal es que tus gastos te dejen un márgen de por lo menos un 10 ó 5 porciento para ahorrar en caso de imprevistos.

3.- Disminuye tus gastos 

Ponte como meta siempre gastar menos de lo estimado en cada rubro (y si esta tarea resulta muy fácil después de un tiempo, volver a calcular tu gasto estimado para limitarlo aún más).

Aquí damos una serie de recomendaciones para cumplir este objetivo:

  • Aprende a cocinar. No tienes idea de lo mucho que puedes ahorrar si preparas tu comida. Aunque pueda ser sonar tedioso (a veces sólo quieres llegar, recostarte y hacer tu tarea con el bendito Ctrl+C y Ctrl+V) la verdad es que puedes hacerte un buen bisteck con unos cuantos pesos y sin pasar hambres (di no a la "Maruchan").
     
  • Compra despensa. Si tienes la típica costumbre de ir a la cafetería de la escuela cada mañana por "tu yogurt y tus galletas" (que espero no sean de limón), puedes ahorrarte varios pesos comprando estos productos en caja.
     
  • Usa el transporte público. La mayoría de las ocaciones utilizar el automóvil puede considerarse un lujo, sobretodo si transportas a una sola persona. Considera que si tienes amigos que vivan por tu casa pueden aprovechar los espacios y dividirse los gastos, en caso contrario, puedes usar el transporte público e inclusive caminar si esto te ahorra unos cuantos trasbordes.
     
  • Evita comprar libros nuevos. Hay muchos profesores que tienen la mala costumbre de exigir que se compre un libro o material que sólo se usará por un semestre (o peor aún, un par de unidades). Te recomendamos comprar estos artículos a alumnos de semestres más avanzados (y que cuando dejes de usarlos, los vendas al terminar el semestre).
     
  • Mide tus salidas. Está bien que se junten todos los viernes a "Sandunguear" y ser los reyes del "Perreo intenso", pero llevando un control de gastos. Siempre es bueno preguntarse si puedes darte este lujo y mereces celebrar tu aplastante victoria en "Ecuaciones Diferenciales VI"  con un balde de alitas (después de haber notado que tenías la calculadora en radianes, claro está).
     
  • Usar condón. No va precisamente con los ahorros posibles de un estudiante, pero por si las dudas.
     

4.- Consigue ingresos adicionales

Finalmente es pertinente remarcar que siempre es posible hacerse de unos pesos extra sin mucho esfuerzo adicional... ¿cómo? hay muchas opciones: sé chofér en... no, no hagan eso. Si preparas tu propia comida, no te toma mucho tiempo preparar algunos sandwich adicionales que bien puedes vender a tus compañeros poco prevenidos por una módica cantidad (sólo debes tener cuidado, algunas escuelas son restrictivas con esto). Inclusive puedes tener doble ganancia: por ejemplo si estudias odontología, les puedes vender dulces acaramelados y al mismo tiempo invertir en formar a tus futuros clientes :').

También debes aprovechar en medida de lo posible los apoyos que te otorgue tu escuela, como servicio de comedor (siempre es bueno pagar por adelantado) o convocatorias de becas, que por el amor de dios, no las gasten en "Caguamas"... sale más barato "el agua loca".

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